
La formación de nuestros jóvenes deportistas es una de nuestras principales motivaciones y dedicaciones.
De ahí que, en el área de waterpolo, se haya creado la figura del PADRINO y de la MADRINA, para que los niños y niñas puedan estar acompañados en todo momento de deportistas de referencia.
No son una figura simbólica, sino que se implican activamente en el día a día de los diferentes equipos, haciéndoles partícipes de sus conocimientos y experiencia, tanto deportiva como vital, orientándoles y estimulándoles a todos los niveles.
Los padrinos hacen de mentores y son un modelo en donde reflejarse, puesto que son los principales embajadores de nuestros valores. Valores, entre muchos otros, como la perseverancia, la dedicación, el trabajo en equipo y la superación.
Unos padrinos que cuentan no solo con una gran proyección deportiva y profesional, sino que también son merecedores de la confianza y el respeto más absoluto a nivel humano.